Costa Rica arriba a este compromiso con un impulso positivo tras vencer 4-3 a Surinam en un duelo lleno de emociones, donde su capacidad ofensiva quedó en evidencia, aunque también expuso debilidades defensivas que podrían ser aprovechadas por rivales más equilibrados. Este resultado se enmarca dentro de una racha reciente favorable, con cuatro victorias y una sola derrota en sus últimos cinco partidos, mostrando a una selección que apuesta por el dinamismo, la verticalidad y la intensidad en ataque. Sin embargo, ese enfoque también conlleva riesgos en la retaguardia, lo que convierte sus partidos en escenarios de alta producción goleadora, tanto a favor como en contra.
República Dominicana llega a este encuentro tras una ajustada derrota por 3-2 frente a México, un resultado que refleja su capacidad para generar oportunidades ofensivas incluso ante rivales de mayor nivel. En sus últimos cinco partidos, el equipo ha conseguido dos victorias, un empate y dos derrotas, mostrando una dinámica de juego marcada por encuentros con marcadores abiertos y una constante alternancia entre aciertos y fallos defensivos. Esta realidad evidencia que, aunque el conjunto “Quisqueyano” tiene potencial para anotar, debe trabajar en fortalecer su solidez defensiva para mejorar su rendimiento general y aspirar a mejores resultados en el futuro.