River Plate (UY) atraviesa uno de sus momentos más críticos en la temporada, ubicado en el último lugar de la tabla anual y arrastrando una preocupante racha de cinco derrotas consecutivas que ha minado su confianza colectiva. Esta situación convierte el próximo duelo ante Peñarol en un reto mayúsculo, ya que no logra vencer al conjunto aurinegro en condición de local desde 2019. A pesar de las adversidades, el equipo intentará aferrarse al objetivo mínimo de sumar al menos un punto, lo que podría representar un primer paso en una hipotética remontada que le permita soñar con escalar posiciones y pelear por un cupo a competencias internacionales. En este contexto, cualquier signo de mejora será vital para cambiar la dinámica negativa que lo mantiene hundido en el fondo de la clasificación.
Peñarol llega a este compromiso con un presente muy favorable, tanto en la tabla anual, donde ocupa el cuarto lugar, como en el Torneo Intermedio, donde se ubica segundo y pelea por acceder a la gran final. El equipo aurinegro atraviesa una racha sumamente positiva, con ocho triunfos en sus últimos nueve partidos ligueros, lo que refleja no solo su eficacia ofensiva, sino también un funcionamiento colectivo sólido y equilibrado. Esta continuidad en el rendimiento le permite afrontar el duelo ante River Plate con confianza y la obligación de no dejar escapar puntos, especialmente ante un rival que atraviesa una grave crisis deportiva. Con el objetivo de mantener su buen momento y seguir escalando posiciones, Peñarol sabe que este tipo de partidos son clave para consolidarse como uno de los grandes candidatos al título.
