Jamaica llega con una racha alentadora, habiendo ganado cuatro de sus últimos cinco partidos y sufrido solo una derrota, destacando especialmente su contundente victoria 3-0 frente a Guatemala en los clasificatorios de la CONCACAF para el Mundial. Este resultado pone en evidencia la efectividad ofensiva de los “Reggae Boyz” y su capacidad para dominar a rivales con un menor nivel de presión táctica, especialmente en fases de grupos donde pueden desplegar un juego más fluido y agresivo. Su volumen de ataque constante les ha permitido consolidarse como un equipo peligroso en el área rival y con potencial para mantener el control en situaciones favorables.
Guatemala enfrenta un momento de inestabilidad en su desempeño reciente, con un balance irregular de dos victorias, dos derrotas y un empate en sus últimos cinco encuentros, situación que refleja dificultades para mantener un nivel constante. La última derrota, un contundente 3-0 ante Jamaica, expone especialmente las vulnerabilidades defensivas del equipo, un aspecto que parece persistir dada la cercanía temporal con el siguiente partido, lo que limita las posibilidades de realizar ajustes tácticos profundos. Esta situación plantea un desafío importante para los “Chapines”, quienes deberán buscar soluciones rápidas para mejorar su solidez y competir de manera más efectiva.